miércoles, 19 de mayo de 2010

Homofobia: enfermedad crónica de la sociedad mexicana (continuación)

Lesbofobia: discriminación doble por ser mujer y lesbiana a la vez

Natalia Noemí Gaitán joven de 27 años, fue asesinada en Córdoba, Veracruz el 6 de Marzo de 2010 por el padrastro de su novia, pues no aceptaba al relación. Natalia vivía con su pareja desde hacía un año. Una noche decidió hablar con sus suegros para que aceptaran a su novia, pero el padre no aceptó el diálogo, simplemente disparó.
Natalia era una chica que trabajaba, junto con su mamá en una ONG a favor de los menores de edad para que tuvieran alimentos y leche. Era muy querida en su barrio y siempre ayudaba a los demás. Los policías a menudo la molestaban, la trataban como a un hombre, aún sabiendo que era mujer. “no fue un crimen pasional, sino de género” argumentó su mamá al desmitificar el supuesto origen de la muerte de Natalia.
Día a día ocurren feminicidios, que además de no tener otro motivo que ser mujer, son además, por lesbofobia. No hay hallazgo más amenazante para a cultura heteronormativad que una chica lesbiana, la cual ha decidido no ceñirse a las reglas de idolatrar y hacer necesario al hombre, ni siquiera como su objeto de deseo. Por eso, pretenden “volverlas mujeres” (como si no lo fueran ya) o anularlas, sino física, sí simbólicamente.

“Si bien es cierto que, en comparación con lo que yo viví al iniciar mis estudios sobre la homosexualidad y medios de comunicación, es muy cierto que existe una gran homofobia aún en la academia y estos temas siguen siendo tratados con pinzas“, argumentó la maestra Layla Sánchez Kuri, investigadora de la Facultad.
“Creí que en la Facultad habría más apertura y por eso mostré mi preferencia lesbiana; sin embargo, algunas maestras han declarado su homofobia, la cual interfirió alguna vez con la forma de tratarme en clase frente a mis compañeros,” confesó una alumna de la carrera de ciencias de la Comunicación de la FCPyS quien prefirió omitir el nombre de las académicas.

Existe una doble moral en cuanto a las lesbianas, y es que por un lado, la mayoría de los hombres heterosexuales fantasean con ellas, pero cuando las observan en la realidad como seres humanos y no como objetos sexuales, como entidades independientes que prescinden de ellos. Luego entonces los crímenes por lesbofobia, incluyen la violación masiva, tortura y el asesinato como consecuencia de esta estrechez mental que algunas personas tienen.

Desde el 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales; desde entonces, se contempla como el día mundial contra la homofobia, asunto que pesa a los esfuerzos de grupos activistas, no se le ha dado el empuje necesario.

Cuánto tiempo más se debe esperar para que seamos capaces de ver al otro u otra con la misma naturalidad que nos vemos a nosotros mismos; cuando seremos capaz de incluir a las minorías; no tolerarlas, sino inmiscuirlas en las políticas públicas de una manera tal que todos y todas obtengamos los mismos beneficios.

Depende mucho de cómo eduquemos a los niños, niñas y adolescentes, de descubrir que todos somos seres humanos y que la diversidad es vital para la evolución de la especie humana. Es cierto hemos avanzado, mas no por eso debemos detenernos y enfrascarnos. En cuanto dejemos de cambiar las ideas, posiblemente empezaremos a deteriorarnos socialmente.

lunes, 17 de mayo de 2010

Homofobia: enfermedad crónica de la sociedad mexicana ( reportaje)




El siglo XXI está alcanzando ya la primera década; sin embargo, todavía existen serios problemas de discriminación en otro a la comunidad homosexual, la cal sigue siendo vista como pecaminosa e inmoral. Esta óptica errónea ha dado como fruto a diverso actos criminales de agresión, física, verbal, psicológica y moral a la comunidad Lésbico Gay Bisexual Transexual Transgénero e Intersexual.(LGBTTI)


Asistí las bodas masivas entre matrimonios del mismo sexo en Arcos de Belem. Activistas y fotógrafos abarrotaron el lugar. Familiares y amigos se veían gustosos y las parejas, satisfechas. Lo considero un gran avance; un logro. Sé que muchos amigos y amigas están en trámites para poder unirse y darse un mutuo respaldo legal. Ahí estaba, Cristi y Ana, dos chicas regiomontanas que viajaron con todo e hijos hasta al ciudad para poder casarse. Se veían felices, los cuatro.
La escena en sí era placentera, pero los fotógrafos de medios y la manera en cómo comentaron sus noticias me hicieron temblar emitieron un juicio, una burla hacia esta situación, como si asistieran al circo.


En América Latina, México ocupa el segundo lugar en homofobia

La consumación de las primeras bodas gay provoca que algunos sectores cedan en su oposición. El 52% de la población nacional aceptaría legalizar estas uniones (ocho puntos más que en enero), la primera vez que esta posición constituye mayoría. En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, la aceptación asciende a 61%*

El rechazo total a estas uniones va en retroceso: 38% dice que no debe legalizarse bajo ninguna circunstancia, 24 puntos menos que en diciembre de 2000 y ocho menos que en enero pasado. La aceptación a estas uniones sigue teniendo matices: una parte, la más extendida, se inclina porque tengan los mismos derechos que los matrimonios heterosexuales (38%), pero otra cree que deben contar con menos derechos (22%), *


Se estima que entre el 10 y 20 % de la población en México no es heterosexual; sin embargo, la mayoría de ellos elige mantener al margen su preferencia sexual para evitar ser despedidos o despedidas de su trabajo. Las reacciones homofóbicas contra la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual ya se están generando. Se dice que mientras haya mayor visibilidad, es más probable que crezca el rechazo”, dice el escritor y periodista Fernando del Collado.

El domingo 14 de marzo, dos chicos fueron agredidos en Zona Rosa por ser gays. Los insultaron y abofetearon, y les dejaron una memoria usb con un video en pro de la homofobia. El grupo agresor se llama Justicia Ciudadana y están realizando una “limpieza de conciencias” presentaron la denuncia ante el Consejo para la Ley y los derechos humanos.

Muchos de estos crímenes no son denunciados pues se considera que “la institución más homofóbica es la Procuraduría del DF, porque es una autoridad manejada por hombres de pensamiento machista.”, explican integrantes de Asilegal, organización que en 2009 envió un informe a la ONU sobre el alto grado de homofobia en México.

Abrí el facebook. Regina me ha solicitado hacerme fan de un grupo en contra de las comunidades homofóbicas inmediatamente decido unirme. Descubro páginas cuyos nombres van desde “Ser gay es recalcitrante” “Por los que odiamos a los homosexuales ““En contra del matrimonio gay,” las puertas están cerradas para los homosexuales”, “Se aceptan todo tipo de agresiones contra los homosexuales”.

Inmediatamente revisé estas páginas. Videos deplorables, con una propaganda absurda que denota la ignorancia de las personas respecto al tema. Un medio que pudo servir para general redes de apoyo, se convierte, a su vez, crea redes de destrucción.

La capacidad de convocatoria que tiene facebook permite ver en tiempo real que incluso personas de ultra derecha, incluso jóvenes, sienten un profundo rechazo a personas homosexuales, mientras que otros abogan porque en la educación sexual que reciben los niños en las escuelas primarias, no incluyan a la homosexualidad como un “asunto normal, puesto que es una aberración”, argumentan.

“Lo que te choca, te checa ”Es un dicho popular que engloba muna teoría sobre la estigmatización. No estigmatizamos lo que no es ajeno diría Carl Gustav Jung, discípulo disidente de quien fuera el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Esto es, las personas que tienen una aversión obsesiva y enferma hacia las personas homosexuales, muy probablemente están rechazando una parte de su personalidad, algún rasgo gay que no puede admitir en sí mismo y por tanto, agrede en los demás. (continúa)

sábado, 15 de mayo de 2010

Sangre y fantasmas: lucha del bien contra el mal.

*Crónica*


Ni el frío ni la lluvia fueron impedimento para que los estudiantes de la Facultad se aglutinaran alrededor del ring. Hombres y mujeres por igual: algunos enmascarados; otros más con camisetas de luchadores. Alboroto. Letreros que anuncian tortas de queso de puerco, películas, refrescos… No hay indicios de luchadores; se genera impaciencia; apenas se anuncia la primera llamada, los gritos emergen. En el ambiente se comienza a elevar la temperatura. Una voz en off, a lo lejos, anuncia que “ya están en el camerino los emisarios del cosmos”. Abucheos, palabras floridas, de ésas que la cultura popular nos ha heredado. Siento emoción de estar a menos de medio metro del cuadrilátero azul.
Se anuncia la tercera llamada y aparece en escena “Orlandooo eeel fuuriosso”, el réferi, quien es melena larga, castaña y rizada, camisa negro y blanco; botas mineras, negras también. El público entonces abunda en “recordatorios a su progenitora”. El hombre se comporta como celador que pretende ganarse el respeto de los reclusos: violento, altanero, amenazante. Gritos, sonidos guturales que evocan a los seres de la época cuaternaria. Los espectadores dejan de ser estudiantes impregnados de teoría social para convertirse en jóvenes primitivos que no desean más que el momento del combate.
Se anuncia ya “La eterna lucha entre el bien y el mal, entre lo prehispánico y lo contemporáneo que tomará forma en el cuadrilátero”. Llegan ya los gladiadores. Aparece el “Dragón Junior” en botas negras con cintillas rojas, trusa y taparrabos con un letrero: “puro chocomilk lagunero”, motivos aztecas en su máscara con alusiones a un dragón dual. Acto seguido, “Sangre Azteca” se integra al ring. Aplausos. El público enardece. Sangre, Sangre, se escucha casi al unísono. Evidentemente es el lado oscuro, o mejor dicho, el bando rudo el que prevalece en la preferencia de los aquí llegados.
Se integran también “El Hijo del Fantasma” y “Fantasma Junior”. Ellos son los técnicos. No reciben la misma cordialidad ni entusiasmo.
Primera caída: Dragón y Fantasma Junior. Llaves, manotazos, vueltas; nada fuera de lo común.

Las mallas multicolores. Las botas tan lustradas, brillantes, van de un lado a otro del ring. Los pectorales al descubierto, los músculos en tensión. Flashes de cámaras, lluvia de luces efímeras aquí y allá. Fantasma tiene en sus mallas un eclipse que brilla. A Dragón le destacan los músculos como a ninguno. Entran al cuadro del dolor El Hijo del Fantasma y Sangre Azteca. Luchan con enjundia. “Duro, duro, como si fueras hombre, rómpesela”, eran las consignas más usadas. El ring provocaba un ruido seco al caer los cuerpos, al golpear las botas contra él, al azotarse y azotar al contrincante: intercambio de luchadores. Se salen del ring; el público grita. Excitación. Son los técnicos quienes se llevan la primera victoria.

Segunda caída. Sangre Azteca arremete contra Fantasma Junior; parece que quiere aniquilarlo. Ambos encarnan la perenne lucha entre la luz y la oscuridad, entre el día y la noche, finalmente entre rudos y técnicos. Manotazos más fuertes, cachetadas. Muecas de dolor en ambos guerreros, la bota en la cara, en el pecho. El codo entre el brazo del otro, sudor, fuerza, técnica histriónica disfrazada de brutalidad. Posturas perfectas y estéticas de dos contrincantes que luchan por el poder sobre el orden del cosmos. Ahora se integran nuevamente Fantasma y Dragón Junior; la lucha se vuelve dinámica entre los cuatro. Se pegan y se lanzan desde la tercera cuerda. Se muerden, patean y agreden. Groserías desde el público. El réferi modera; da la victoria al lado oscuro.

Tercera y definitiva caída. Comienza intensamente: ya los rudos golpean a los técnicos hasta debilitarlos casi por completo; pretenden despojar de sus máscaras a los técnicos; desatan sus agujetas de los occipitales. Algo sucede que no consuman su fechoría. Arde la gente. Arde el ring y las gargantas que no dejan de emitir las más floridas palabras. “Soy su padre”, grita Sangre Azteca, recibe insultos y alabanzas en la misma proporción. Se confían los rudos y pierden terreno. Con agilidad los técnicos se apoderan del cuadrilátero. Coartada perfecta: la unión. Es Sangre quien se queda sin máscara. Son los técnicos los que golpean, los que se apoderan y mandan.

Pelea limpia, llena de sudor, ausente la sangre que yo esperaba ver derramada sobre el ring, o a unos metros de mí. Así concluye la pelea, con el bien triunfando sobre el mal. Lástima por los rudos, los favoritos, mis favoritos.

Foto, Tina Hernández: Lucha en Políticas

Del cafetal a la ciudad: producción de café orgánico


Ana Aguilar

Melvin Isael López es originario de Lachihiri, una comunidad del Istmo de Tehuantepec. Su padre era cafetalero. Melvin y sus hermanos ayudaban con la siembra, pero no fue sino hasta 1972 que su padre murió y el peso de la cafetalera cayó sobre él.

“Mi jornada laboral comenzaba a las seis de la mañana y terminaba a las seis de la tarde, pero en realidad yo no sabía todo el proceso que lleva la siembra y el cuidado del café. Cuando se fue mi padre, yo no tenía claro cómo organizar a los trabajadores. Jamás pude ejercer el poder como él. Mi padre sabía si fiar, si dar permisos. Yo de eso desconocía.

“Sentí que el mundo se me venía encima. Me quedé solo, con mis hermanos y con mi madre. Ella misma insistía en que mejor vendiéramos la tierra. Había buenas ofertas, pero yo sabía que ése era el patrimonio de mi padre.

“Más adelante empecé a asistir a al iglesia, con un obispo holandés. A través del estudio de la biblia y la interacción con su cultura, pude darme cuenta de cómo podía relacionarme mejor con las personas. Se formó una comunidad de amigos con intereses religiosos; entre todos nos ayudábamos. Comenzamos a realizar servicios comunitarios. En rancho Buenavista arreglábamos casas, hacíamos trueque de productos y entre todos veíamos por la comunidad.

“Hasta que un día, por fin, nos organizamos con el cafetal. Los señores confiaban en que yo no los explotaría. Esto se dio en un periodo de cinco años. Fue la conquista cultural a través del amor a los demás. Durante este proceso perfeccionamos las técnicas del cultivo de café, aprendimos a realizar un producto más natural, sin pesticidas, totalmente orgánico.

“Decidimos vender nuestro producto más allá de Gebea y Santa María, que era nuestra zona. En ese periodo desapareció Imecafé, nuestro principal comprador. Entonces tuvimos que darlo a los coyotes. Pero eso no duró demasiado. Gracias al apoyo del obispo Wanderhoff es que pudimos exportar por primera vez. En 1982 comenzamos con Holanda, pero también exportamos a Francia, Alemania, Italia y Suiza. En Bélgica tuvimos socios que vinieron a capacitarse para llevar el grano a su país y procesarlo. Se consumó nuestra Unión de jóvenes indígenas”.

Confiado, Melvin, en que había elaborado su producto bajo estándares de calidad altísimos y en que ya lo había exportado, decidió venir a la ciudad para comerciar. Fue un gran choque cultural. La gente no valoraba el café y menos aun su manufactura orgánica. Por verlo como indígena, lo discriminaban y querían pagarle poco. Afortunadamente ha sido paciente. Se asoció con otros productores y formaron ORGACOMIN para apoyarse entre todos sin perder su identidad ni sus modos de producción originales. Grandes firmas cafetaleras han intentado absorberlo, pero Melvin pugna por la no explotación y el mantenimiento de la originalidad.




Melvin ha ido perfeccionando sus técnicas de inserción en el mercado, paso lento pero con una gran aceptación. Actualmente ofrece café en diferentes presentaciones y con distintos tostados y mezclas para complacer a distintos paladares. Presenta su producto en ferias y en su propia oficina, ubicada en el Centro de la Ciudad.
Esta enrrevista se realizó en el marco del Coloquio Precios, costos e ingresos del cafetalero, realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas y el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.